La cuaresma avanza y cuando llega el Via-Crucis del Gran Poder, empiezo a descontar los días para vivir un nuevo Miércoles Santo. La Hermandad se viste de gala, las horas de dedicación de todos se intensifican ya que en pocos días comienzan los cultos y este día se vive con muchos nervios pero con Fe y devoción. He tenido la suerte de vivir estos acto desde distintos puntos de vista.. portando las andas del señor, iluminando el camino con uno de los "farolitos", como un hermano mas en el anonimato, y con vara como miembro de la Junta de Gobierno. En tantos años, he podido disfrutar de muchos momentos de oración, pero este año sería diferente. En casi total oscuridad en la que se realiza el Via-Crucis, tendría que buscar luz donde no la hay, capturar emociones, gestos, miradas, el clima de oración...
Un año mas lo he vivido y disfrutado. Como mas lo recordaré, con mis fotos...